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La agricultura familiar sostenible puede alimentar el mundo
Una respuesta campesina a la crisis alimentaria
Comunicado de prensa de Via Campesina
Lunes 18 de febrero de 2008, por
VIA CAMPESINA(Roma,14 de febrero de 2008).
Los consumidores de todo el mundo han visto que los precios de los alimentos básicos se han incrementado dramáticamente durante los pasados meses, creando unas extremamente difíciles condiciones de vida,especialmente para las comunidades más pobres. Durante el año pasado, el trigo ha doblado su precio, el maíz ha subido cerca del 50% que hace un año.
VIA CAMPESINA(Roma,14 de febrero de 2008).
Los consumidores de todo el mundo han visto que los precios de los alimentos básicos se han incrementado dramáticamente durante los pasados meses, creando unas extremamente difíciles condiciones de vida,especialmente para las comunidades más pobres. Durante el año pasado, el trigo ha doblado su precio, el maíz ha subido cerca del 50% que hace un año.
Sin
embargo, no hay crisis productiva. Las estadísticas muestran que la producción
de cereales nunca ha sido tan alta como en 2007 (1).
Los
precios se han incrementado porque una parte de la producción es ahora derivada
a agrocombustibles, las reservas globales de comida están en su momento más bajo
de los últimos 25 años debido a la desregulación de los mercados marcada por la
OMC y el tiempo extremo que han padecido algunos países exportadores como
Australia. Pero los precios también se han incrementado porque las compañías
financieras especulan con la comida de las personas, ya que anticipan que los
precios de los productos agrícolas seguirán subiendo en el futuro próximo. La
producción de alimentos, su proceso y su distribución quedarán cada vez más bajo
el control de las empresas transnacionales que monopolizan los
mercados.
La
tragedia de los agrocombustibles industriales: pueden alimentar coches, pero no
personas.
Los
agrocombustibles (combustibles producidos a partir de plantas, productos
agrícolas y forestales) se presentan como una respuesta a la escasez de
combustibles fósiles y al calentamiento global. Sin embargo, muchos científicos
e instituciones reconocen que su energía y su impacto medioambiental serán
limitados o incluso negativos.
Sin
embargo, todo el mundo de los negocios está apresurándose a invertir en este
nuevo mercado que está compitiendo directamente con las necesidades alimenticias
de las personas. El gobierno indio está hablando de plantar 14 millones de
hectáreas de jatropha, el Banco de Desarrollo Inter. Americano dice que Brasil
tiene 120 millones de hectáreas que podrían ser cultivadas con cultivos de
agrocombustibles, y un lobby de agrocombustibles está hablando de que 379
millones de hectáreas están disponibles en 15 países africanos (2). La actual
demanda de maíz para producir etanol casi representa el 10% del consumo mundial,
lo que empuja los precios al alza.
Los
agrocombustibles industriales son un sin sentido económico, social y
medioambiental. Su desarrollo debe detenerse y la producción agrícola debe
enfocarse prioritariamente hacia la alimentación.
size=4>Todos los campesinos no se benefician de los altos
precios
Los
precios récord en todo el mundo de los alimentos golpean a los consumidores,
pero contrariamente a lo que se podía esperar, no benefician a todos los
productores. Los ganaderos están en crisis debido al aumento del precio de los
piensos, los productores de cereal se enfrentan a agudos incrementos de los
precios de los fertilizantes y los campesinos sin tierra y los trabajadores
agrícolas no pueden darse el lujo de comprar alimentos. Los campesinos venden
sus productos a un precio extremadamente bajo comparado con lo que los
consumidores pagan. La Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas
española (COAG) calcula que los consumidores en España pagan hasta un 600% más
de lo que los productores de alimentos obtienen por sus
producciones.
Los
primeros en beneficiarse del aumento de los precios agrícolas son la
agroindustria y las grandes distribuidoras, porque incrementan los precios de
los alimentos mucho más de os que deberían. ¿Descenderán los precios cuando
próximamente los precios de los productos agrícolas bajen? Las grandes compañías
son capaces de almacenar grandes cantidades de alimentos y liberarlos cuando los
precios de los mercados estén altos.
Los
pequeños campesinos y los consumidores necesitan precios justos y estables, no
actual alta volatilidad. Los pequeños campesinos no pueden producir si los
precios son demasiado bajos, como ha sido el caso durante las últimas décadas.
Por lo tanto, necesitan regulación de los mercados y la oposición a las
políticas de la OMC.
La
liberalización del mercado agrícola conduce a la crisis
La
actual crisis revela que la liberalización del mercado agrícola conduce al
hambre y a la pobreza.
Los
países se han convertido en extremadamente dependientes de los mercados
globales. En 1992, los campesinos indonesios producían suficiente soja para
abastecer su mercado doméstico. El tofu basado en soja y el ‘tempeh’ son una
parte importante de la dieta diaria en todo el archipiélago. Siguiendo la
doctrina neoliberal, el país abrió sus fronteras a las importaciones,
permitiendo que la entrada de soja estadounidense barata inundara el mercado.
Esto destruyó la producción nacional. Hoy, el 60% de la soja que se consume en
Indonesia es importada. Los precios récord de la soja estadounidense del pasado
enero condujeron a una crisis nacional cuando los precios del ‘tempeh’ y del
tofu (la